<a href="http://www.independent.co.uk/news/world/modern-art-was-a-cia-weapon-1578808.html">http://www.independent.co.uk/news/world/modern-art-was-a-cia-weapon-1578808.html</a><br><br><a href="http://www.voltairenet.org/article168136.html#nh1">http://www.voltairenet.org/article168136.html#nh1</a> / <br>
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                                        <div class="texte" align="justify">
<p>Jackson Pollock, Robert Motherwell, Willem de Kooning, Mark Rothko.
<br>Los maestros del <span class="spip_surligne">expresionismo</span> <span class="spip_surligne">abstracto</span>
no eran nada simples y fueron considerados incluso escandalosos.
Protagonistas de una corriente que iba realmente contra la corriente,
una bofetada a las convicciones de la sociedad burguesa, y que contó a
pesar de ello con el respaldo del mismísimo sistema.</p>
<p>Por primera vez se confirma un rumor que ha circulado durante años: la CIA financió abundantemente el <span class="spip_surligne">expresionismo</span> <span class="spip_surligne">abstracto</span>.
Objetivo de los servicios secretos estadounidenses: seducir las mentes
de las clases alejadas de la burguesía durante los años de la guerra
fría. Fue precisamente la CIA quien organizó las primeras grandes
exposiciones del <i>New American Painting</i>, que dieron a conocer las obras del <span class="spip_surligne">expresionismo</span> <span class="spip_surligne">abstracto</span> en las principales ciudades europeas: <i>Modern Art in the United States</i> (1955) y <i>Masterpieces of the Twentieth Century</i> (1952).</p>
<p>Donald Jameson, ex funcionario de la agencia, es el primero en
admitir que el apoyo concedido a los artistas expresionistas formaba
parte de la política de «correa larga» (l<i>ong leash</i>) a favor de los intelectuales.
<br>Una refinada estrategia: mostrar la creatividad y la vitalidad
espiritual, artística y cultural de la sociedad capitalista en contraste
con la monotonía de la Unión Soviética y de sus satélites. Estrategia
adoptada y aplicada en todos los sentidos.</p>
<p>El apoyo de la CIA privilegiaba revistas culturales, como <i>Encounter</i>, <i>Preuves</i> y, en Italia, <i>Tempo presente</i>
de Silone y Chiaramonte. Y también formas de arte menos burguesas, como
el jazz, a veces, y, precisamente, nada más y nada menos que el <span class="spip_surligne">expresionismo</span> <span class="spip_surligne">abstracto</span>.</p>
<p>Los hechos se remontan a los años 1950 y 1960, cuando Pollock y los
demás representantes de su corriente no tenían buena reputación en
Estados Unidos.
<br>Para tener una idea del ambiente que los rodeaba basta con recordar
la frase del presidente Truman: «Si eso es arte, yo soy un hotentote.»
Pero el gobierno de Estados Unidos, recuerda Jameson, tenía precisamente
en aquellos años la difícil tarea de tratar de promover la imagen del
sistema estadounidense y en particular de sus fundamentos, la 5ª
enmienda, la libertad de expresión, gravemente empañados todos como
consecuencia de la cacería de brujas desatada por el senador Joseph
McCarthy, en nombre de la lucha contra el comunismo.</p>
<p>Para ello era necesario enviar al mundo una señal fuerte y clara con
un sentido opuesto al del maccarthismo. Esa misión fue encomendada a la
CIA que, en el fondo, operaría con toda coherencia. Paradójicamente, en
efecto, en aquella época la agencia constituía un enclave «liberal» en
un mundo encaminado decisivamente a la derecha. Dirigida por agentes y
asalariados provenientes en su mayoría de las mejores universidades, a
menudos ellos mismos coleccionistas de arte, artistas figurativos o
escritores, los funcionarios de la CIA representaban el contrapeso de
los métodos, de las convenciones beatas y del furor anticomunista del
FBI y de los colaboradores del senador McCarthy.</p>
<p>«El <span class="spip_surligne">expresionismo</span> <span class="spip_surligne">abstracto</span>,
yo diría que somos justamente nosotros en la CIA los que lo inventamos
–declara hoy Donald Jameson, citado por el cotidiano británico <i>The Independent</i> [<a href="http://www.voltairenet.org/article168136.html#nb1" class="spip_note" rel="footnote" title="«Modern art was CIA ’weapon’», por Frances Stonor Saunders, The Independent, 22 (...)" id="nh1">1</a>]–
después de haber echado una ojeada y de haber percibido al vuelo las
novedades de Nueva York, en el Soho. Bromas aparte, enseguida vimos muy
claramente la diferencia.</p>
<p>El <span class="spip_surligne">expresionismo</span> <span class="spip_surligne">abstracto</span>
era el tipo de arte ideal para mostrar lo rígido, estilizado,
estereotipado que era el realismo socialista de rigor en Rusia. Fue así
como nos decidimos a actuar en ese sentido.»</p>
<p>Pero, ¿lo sabían Pollock, Motherwell, de Kooning y Rothko? «Claro que
no –declara inmediatamente Jameson– los artistas no estaban al
corriente de nuestro juego. Hay que excluir que gente como Rothko o
Pollock supiesen nunca que estaban siendo ayudados desde la sombra por
la CIA, que sin embargo tuvo un papel esencial en el lanzamiento de
ellos y en la promoción de sus obras. Y en el vertiginoso aumento de sus
ganancias.»</p>
</div><br clear="all">(también: <a href="http://www.voltairenet.org/article120771.html">http://www.voltairenet.org/article120771.html</a>)<br><br>-- <br>Durán Vázquez____________<br><a href="http://cronicaelectronica.org/?p=duranvazquez">http://cronicaelectronica.org/?p=duranvazquez</a><br>